Hace unos días tuve el placer de guiar en Salamanca y en la Sierra de Francia a una pareja que aun residiendo en Australia, eran de origen filipino.
Me comentaron que la razón de su viaje era visitar la Peña de Francia. Hacían la visita a la ciudad porque se lo habían aconsejado desde la agencia (con buen criterio, por cierto), pero que su interés era visitar el Santuario de la Peña de Francia. Al preguntarles la razón por la cual tenían tanto interés en visitar la Peña de Francia, me comentaron que en su pueblo natal en Filipinas se tenía mucha devoción a la Virgen Peñafrancia. Me sorprendió y prometí informarme sobre este hecho.
Tras más de veinte años como guía oficial en Salamanca era la primera vez que alguien de Australia tenía tanto interés en visitar la Peña de Francia, y su interés no era tanto La Alberca o el interés indudable de sus maravillosos paisajes, como la imagen que allí se venera.
Pues bien, después de informarme sobre la relación entre La Peña de Francia y Filipinas aquí os dejo este post que creo que es un tema muy interesante y que yo, personalmente, desconocía hasta el día de hoy.
Es lo más bonito de mi trabajo. Siempre aprendo cosas nuevas y las más de las veces es gracias a todos aquellos que nos visitan y que me aportan su interés, conocimiento y entusiasmo. Siempre he pensado que yo aporto muy poquito en comparación con lo que me aportan aquellos que quieren que yo les guíe en Salamanca. Todo un placer…



¿Cómo se encontró la Virgen de la Peña de Francia en Salamanca?
Nuestra imagen es de fecha incierta. Se encontró, según cuenta la leyenda en el siglo XV y su protección fue encomendada a la Orden Predicadora de Frailes Dominicos por Juan II, quienes siguen cuidando y protegiendo el santuario en nuestros días.
La leyenda de Simón Vela.
Cuenta la leyenda que un tal Simón, nacido alrededor de 1401 y algunos dicen que siendo estudiante en la Universidad de París, escuchó en su interior durante su sueño las palabras: “Simón, vela. Ve a la Peña de Francia y, al poniente, encontrarás la imagen bendita de la Virgen”.
Curioso, Simón se puso en marcha. Nunca había oído hablar de tal lugar y pensando que seguramente estaría al otro lado de los Pirineos, cruzó hacia España. Durante años estuvo buscando sin éxito.
Sin embargo, la voz que escuchaba en su interior le animaba a seguir en su búsqueda: “Simón, vela. No te detengas. Persevera y tu trabajo será recompensado”.
Cuentan que al llegar a Salamanca, oyó hablar a unos albercanos de la Peña de Francia y decidió seguirlos.
Otros dicen que en su camino hacia San Martín del Castañar, se encontró con un hombre que vendía carbón. Simón le preguntó de dónde venía y el hombre le dijo que venía de un lugar llamado Peña de Francia. Le rogó al hombre que le guiara y por alguna razón este último se negó a hacerlo.
Sin embargo, habiendo llegado a San Martín del Castañar, un hombre le señaló un cerro en la lejanía diciendo que el cerro era la Peña de Francia que estaba buscando.
La noche al llegar al lugar indicado, se desató una tormenta y refugiado en una cueva, se quedó dormido. Aquella voz de nuevo apareció diciéndole “Simón, vela, despierta: no duermas” y vio en sus sueños donde estaba enterrada la imagen de la Virgen.
A la mañana siguiente, una luz deslumbrante le exclamó: “Cava en este lugar y toma lo que puedas ver y colócalo en la cima de esta colina rocosa. Construye en esta colina una hermosa vivienda. Debes comenzar y otros vendrán a terminarlo… “
En mayo de 1434 Simón inició las labores de excavación y siendo tan magno trabajo fue a San Martín del Castañar y pidió a cinco hombres que le ayudaran. Cavaron sin cesar, y finalmente el 19 de mayo del mismo año de 1434 encontraron entre las rocas la imagen más codiciada de la Santísima Virgen con el Niño en brazos.



Capilla de la Blanca.
Lo primero que hay que visitar al llegar al santuario es la Capilla de la Blanca. Fue construida en el siglo XVI sobre la cueva donde fue hallada la Imagen de la Virgen. Así un antiguo relieve representa su descubrimiento por Simón Vela.
Por la escalera de la derecha se desciende a la pequeña cripta donde hay una pequeña capilla y la gruta donde originalmente se halló la escultura de la Virgen de la Peña de Francia.
Iglesia e imagen actual en La Peña.
Para ver la imagen de la Virgen de la Peña de Francia hay que entrar en la iglesia. Esta iglesia se levanta sobre el punto más elevado de la montaña. Es de estilo gótico, se construyó a mediados del siglo XV y consta de tres naves.
La imagen de Nuestra Señora de la Peña de Francia se encuentra en su camarín. La imagen actual data del año 1890, siendo obra de José Alcoberro.
Hay que recordar que la imagen fue robada y una vez restituida bajo confesión y habiendo sido seriamente dañada, se realizó la copia que actualmente se puede contemplar. Los restos de la imagen original se encuentran dentro de la copia.
Actualmente es la patrona de la Provincia de Salamanca, esto último por concesión del Papa Pablo VI con fecha de 14 de mayo de 1966.
En la pared del presbiterio se encuentra una escultura de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, siendo ésta una copia de la escultura que se encuentra en el convento de las dominicas de Zamora.



La Virgen Peñafrancia en Filipinas.
La devoción a la Virgen de la Peña de Francia trasciende nuestras fronteras.
Nuestra imagen, menos conocida en España, sin embargo tiene una gran devoción en otras áreas, como en Filipinas, donde se la conoce como la Virgen Peñafrancia (así, todo junto.)
Hay réplicas de esta advocación en otros lugares como en Portugal, Brasil (donde es patrona de São Paulo, Itapira y Resende Costa), México, Argentina, India y Filipinas. En este último caso, se le tiene mucha devoción en Naga, en la región de Bicol. El título completo que se le da a esta imagen es la de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Peñafrancia de Naga, y se trata de una de las imágenes más populares y veneradas en el país, además de ser la patrona de la región.
La leyenda de Miguel.
Cuenta la leyenda y siempre según los habitantes de Naga que un funcionario local español natural de San Martín del Castañar se instaló con su familia en Cavite en 1712. Un día su hijo cayó enfermo. El muchacho rogó ante una imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Peñafrancia y prometió construir una capilla a orillas del rio Pasig en Manila.
Miguel fue curado milagrosamente y siendo ordenado sacerdote en la ciudad de Nueva Cáceres (hoy Naga), hizo construir una capilla junto al rio Naga y ordenó a un artesano local que tallara una imagen con el patrón de la imagen de Nuestra Señora de la Peñafrancia que siempre llevaba consigo.
Las noticias que a partir de entonces circularon como la pólvora en relación de numerosos milagros se difundieron rápidamente y surgió así una gran devoción a la imagen.
Incluso una carta fue enviada por Miguel a los dominicos en Salamanca informando sobre los numerosos milagros realizado a través de la intercesión de Nuestra Señora Peñafrancia.
Curiosamente, la imagen original de Filipinas fue igualmente robada en la mañana del 15 de agosto de 1981.
La inminente fiesta de Nuestra Señora de Peñafrancia requirió que se realizara una imagen para la procesión fluvial que acompaña a la fiesta. Así una réplica fue encargada y otra imagen fue donada por la entonces Primera Dama Imelda Marcos.
Un año más tarde la imagen fue devuelta y ahora está consagrada en la Basílica Menor en Naga que se construyó como su nuevo hogar después de que la antigua iglesia quedara pequeña para acoger a los numerosos devotos que asistían a los servicios.



La procesión fluvial en pagoda.
En nuestros días, la devoción ha llegado a otras partes del mundo como es el caso de Barcelona, debido a la diáspora filipina.
La escultura sigue el patrón de la Virgen de la Peña de Francia en Salamanca, siendo una escultura de madera. Es la Patrona Princial y Reina de la Región Bicol, y cuyos devotos la conocen con el nombre de “Ina”, término local para “Madre”.
Su fiestas se celebra el 8 de septiembre, el día del Nacimiento de la Santísima Virgen María. Los bicolanos se reúnen con sus familiares y amigos y además de compartir comida y oraciones, y tras el final de la novena realizan una procesión fluvial en una pagoda (término filipino para denominar una barcaza decorada y utilizada en las procesiones fluviales).
En realidad la procesión fluvial marca el regreso de la imagen desde la Catedral Metropolitana de Naga a la basílica Menor. Miles de seguidores escoltan a la imagen entre miles de velas y entre gritos de “¡Viva la Virgen!”. Esta fiesta es considerada el evento religioso más grande y popular en Filipinas.
Es un importante punto de peregrinaje y son muchos los devotos que cada año se reúnen en una de las peregrinaciones marianas más grandes del mundo.